Después de haber admirado el trabajo de la directora Alauda Ruiz de Azúa en películas como “5 Lobitos” y “Querer”, Bet Rourich, AEC, se une a la cineasta para rodar “Los Domingos”, ganadora de la Concha de Oro en la 73ª edición del Festival de San Sebastián. El film apuesta por una imagen austera y una luz de inspiración nórdica, logradas gracias al uso de la ARRI ALEXA 35 y los SkyPanel X, herramientas clave para crear la atmósfera invernal y realista que define la película.
¿Bet, cómo surgió tu colaboración con Alauda Ruiz de Azúa y qué te motivó a sumarte a “Los Domingos”?
Como todo el mundo, había visto “5 Lobitos” y “Querer” y ambas me parecían espectaculares. Alauda me llamó para entrevistarme, porque estaba buscando DP para su nueva película. Quedamos para tomar un café, estuvimos hablando de cine, del proyecto, de su forma de trabajar, y al cabo de unos meses me ofrecieron rodar “Los Domingos”.
¿Qué referencias visuales y narrativas compartisteis?
No trabajamos con referencias visuales directas. Sí que hablamos con Alauda de que quería transmitir un look plomizo y nórdico a la película. Un look invernal. Así que empecé a estudiar los pintores impresionistas escandinavos: Anna Ancher, Peder Severin Krøyer, Los Skagen Painters, Vilhelm Hammershøi, etc. No fueron una referencia estética directa pero sí me ayudaron a marcar un tono. A nivel de películas, revisamos Bresson, algunas de Dreyer y Ozu. Había en la economía de su lenguaje, en su simplicidad categórica, algo allí que nos inspiraba a buscar para “Los Domingos” una forma de rodar sencilla en el lenguaje de la cámara, y también de la luz. Sin buscar la referencia directa, la revisión de estas películas nos indicó la esencia de lo que queríamos rodar y cómo queríamos rodar: con austeridad y sencillez..
La DP Bet Rourich encuentra en la austeridad y la sencillez del lenguaje la inspiración para una forma de rodar esencial en cámara y luz.
Rodamos la mayor parte de “Los Domingos” en Bilbao. Y la localización del convento era en Gernika, a unos 30 minutos de la ciudad. Alauda prepara con mucha precisión la paleta de colores antes del rodaje, y todos los departamentos trabajamos en coherencia con ella. En el caso de la localización del convento, fuimos a rodar en una localización que había sido un convento de clausura hasta hacía pocos meses, la esencia de lo que estaba contando estaba aún allí. Incluso a nivel de arte y de luz, fue la misma localización que nos ayudó a tomar decisiones artísticas y narrativas.
Para el rodaje de “Los Domingos” Bet Rourich optó por la ALEXA 35 y los SkyPanels X.
¿Cómo trabajaste la austeridad visual?
Llevando el concepto de austeridad a lo estrictamente narrativo. Siempre que podía hacerlo con menos, lo hacíamos así. Por ejemplo: siguiendo la inspiración nórdica, tenía muy claro que en los pisos, siempre que pudiera, trabajaría con luces de tungsteno, aunque fueran escenas de día. Pero de repente había momentos que claramente jugaban en contra de la naturalidad y la narrativa: las comidas de los domingos eran en un salón amplio, no podía encender luces en ese caso porque hubiera parecido forzado: los personajes no habrían encendido luces un mediodía con ese ventanal, con lo que la misma localización me dictó ir hacia otra dirección. En ese caso, luz tenue y suave que bañase a los personajes. Otro ejemplo es el caso del convento, como decía anteriormente, nos inspiró la misma localización real: las monjas de clausura trabajan y viven con poco: ¿cómo traducir esto a nivel de luz? Vi que en el edificio había muchos fluorescentes, pensé en trasladar esto al planteamiento de esas escenas: luz suave pero fría, aséptica, incómoda, funcional y barata.
Una foto de backstage de la película “Los Domingos”.
La película privilegia la cámara fija. ¿Cómo decidiste cuándo mantener la cámara estática y cuándo introducir movimiento, y qué buscabas transmitir?
Nuestra inspiración más clara para la puesta en escena fue quizás Ozu. Alauda quería resolverlo todo con el mínimo número de planos. Era una cámara funcional y al servicio de los personajes, invisible. Sí que es verdad que yo soy del parecer que hay momentos que las reglas hay que romperlas. En este caso teníamos muy claro que habían algunos momentos que una steady nos podía ayudar para lo que queríamos transmitir en ese momento: la primera vez que llegamos al convento desde el punto de vista de la tía, la escena final y el momento de la discoteca, por ejemplo.
¿Por qué elegiste ALEXA 35?
Había trabajado con ARRI ALEXA 35, pero “Los Domingos” era mi primera película con esta camara. Quería jugar con ISO alta y sabía que en la parte baja de la curva a ISO alta, ALEXA 35 podría darme lo que yo quería a nivel de color, ruido y tonos de piel. Hice pruebas para decidir y generar LUTS. Le pedí a la colorista, Paula Ruiz, que jugara con el material. A partir de estos y de algunas referencias que le pasé, ella generó diversas LUTs. Después de probarlas con el DIT, Adrián Hernandez, nos quedamos con una en concreto que funcionó muy bien para toda la película. La DP Bet Rourich trabajó con una puesta en escena austera, priorizando la cámara fija y reservando el movimiento solo para momentos clave.
Tras visitar muchas iglesias, ¿qué descubriste sobre la luz y el comportamiento de las personas en esos espacios, y cómo influyó eso en el blocking y la iluminación?
Nuestra aproximación estética al mundo eclesiástico y en particular en los espacios de iglesias fue documentado no tanto desde la iconografía cinematográfica o de la historia del arte, sino desde lo real y lo mundano. Alauda quería mostrar este mundo tal cual es en realidad y queríamos ser rigurosas con ello. Mi cultura religiosa católica es casi nula, soy de educación laica, así que me puse a explorar iglesias y a ver como la luz actuaba en ellas según las horas del día. También estuve haciendo un estudio online de cómo se iluminan los altares y las salas eclesiásticas, las iglesias modernas y antiguas, qué tipos de luces y qué se resalta. Quería tener el máximo de información para después poderlo aplicar a la narrativa de la película. Quería también, dentro de esas posibilidades, crear una evolución lumínica en las iglesias de la película. Por ejemplo: la iglesia familiar donde hay una comunión y después un funeral. Quería marcar un cambio, un arco visual como el que viven los mismos personajes, pero era muy importante que este cambio fuera realista.
"Queríamos mostrar las iglesias tal como son, con una luz realista que acompañara el arco emocional de los personajes." — cuenta la DP Bet Rourich.
¿Cómo te inspiró la pintura escandinava y qué papel tuvieron los SkyPanel X?
Jugué sobre todo a bajar los niveles de luz de los exteriores para poder tener unidades de luz tungsteno en el interior cuando la localización lo requería. Aunque esto pueda parecer fácil en países del norte, no lo es tanto, a nivel técnico en el País Vasco donde los cambios de luz exterior son muy constantes y que pasábamos de sol a lluvia en muy poco tiempo.
Los Skypanels X fueron de gran ayuda para lidiar con el tiempo cambiante. Su robustez para trabajar en exteriores y su posibilidad de cambio de intensidad al momento, según iba cambiando la luz exterior, fue crucial. Nuestro gaffer, Pep Zueras, siempre estuvo adelantándose si hacía falta y consiguió poder tener un buen equipo de SkyPanel X en nuestro camión. Algunas escenas eran de más de 7 páginas, con lo que teníamos que estar preparados para poder modificar la luz si variaba el exterior y la versatilidad de los SkyPanel X nos daba esa posibilidad. Por otro lado, la combinación de potencia y textura de los Skypanel X, juntamente con la posibilidad de utilizar ARRI ALEXA 35 a alta ISO, me permitían trabajar los aparatos y la luz con las texturas que yo quería. No puedo salir a rodar sin llevar al menos un kit de SkyPanel en el camión, es un material que siempre forma parte de la base de mi esquema de luz.
